martes, 30 de diciembre de 2014

Sobre microbios, besos y astronautas (I)


¿Qué hay en un beso? El mes pasado se publicó un estudio que sonó bastante en los medios de comunicación: habían analizado la microbiota que se tranfería en los besos. Lo que todo el mundo destacó fue el hecho de que en un beso “íntimo“ de 10 segundos se intercambian 80 millones de bacterias. Sin embargo, hay muchas más cosas curiosas en este artículo. Por ejemplo, que los voluntarios salieran de parejas que visitaron el Artis Royal Zoo de Amsterdam, me hizo volver a buscar a ver si era en humanos o en animales. Y lo que encontré en la sección de material y métodos tiene más miga…
Como la microbiota es diversa y cambia según factores, se les hizo un cuestionario sobre edad, genero, frecuencia de besos, tiempo desde el último beso, tiempo desde la última comida y qué tipo de comida fue. Posteriormente seleccionaron 21 parejas entre 17 y 45 años. A cada miembro de la pareja se les pidió que donaran saliva y se le pasó un hisopo por la lengua (especifican que fue la zona anterior dorsal y de izquierda a derecha) antes y después de un beso íntimo de 10 segundos. Además, se pidió a tres parejas que uno de ellos se bebiera 50mL de un yogur con unos probióticos específicos y se besaran durante 10 segundos para posteriormente recoger las muestras de saliva e hisopado lingual de ambos.

La toma de muestras de este experimento tuvo que ser cuanto menos, graciosa. Imaginaos un domingo de verano que vais al zoo con vuestra pareja y unos señores os piden que escupáis en tubos, que os beséis 10 segundos exactos (supongo que llevarían cronómetro) y que os toméis un yogur y repitáis el beso. Y todo por el bien de la ciencia. Al menos sí que obtuvieron datos interesantes:
  • La microbiota de tu lengua y de tu saliva no cambia nada antes y después de un beso. Eso sí, se observa que la composición de estos es más parecida entre parejas que entre personas desconocidas. Los autores atribuyen estas similitudes también a más factores, como el vivir juntos y compartir hábitos y alimentación.
  • Los hombres reportaron darse más besos con su pareja que las mujeres, siendo 10 para hombres y 5 para mujeres.
  • Se encontró que la microbiota presente en las parejas era más parecida cuando tenían una mayor frecuencia de besos (9 al día) y cuando había pasado menos de 1h y 45 minutos desde el último beso.
  • Al tomarse un yogur sí que se observa una transferencia de bacterias (de lactobacillus y bifidobacterium) en la saliva y la lengua, en concreto su presencia aumenta un 7.9% y 12.6% en el donante y un 0.54% y 0.49% en el receptor, respectivamente.
  • En un beso íntimo de 10 segundos se transfieren un promedio de 80 millones de bacterias.
A estas alturas os estaréis preguntando por los astronautas del título. Simplemente es otra historia de la que me acordé al ver el este artículo. Pero esa ya la continuaré al año que viene. ¡Feliz año nuevo!
Editado: Si quereis seguir leyendo, continúa aquí.

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